Es común que iniciamos nuestro emprendimiento y nos preguntamos
- cuál es el secreto de aquellos que llegaron al éxito?
- qué es eso que ellos hacen o han hecho que les da tan buenos resultados?
- porqué yo le doy y le doy, y no obtengo el resultado?
- tendrá la suerte un rol importante o son personas elegidas o especiales o con dones que otros no tienen?
- seré yo uno de esos que puede ser Diamante?
Estas preguntas en algún momento, todo el que realmente busca ser exitoso se las hace.
La respuesta es sencilla:
todos tenemos la capacidad de ser exitosos, pero no todos serán exitosos
El secreto de esta frase, resume la respuesta a las preguntas anteriores, en mi opinión está en DOS PARTES
Primero, con relación a las preguntas "cuál es el secreto...?", "qué es eso que ellos...?" y "porque yo le doy...", la respuesta es más simple de lo que pensamos.
Cuando iniciamos el negocio, nos explican pautas, actividades y acciones que tomar. Entre esas actividades, algunas que no entendemos que tan importante son. Con el tiempo entendemos su importancia, pero aún así las hacemos "cuando se puede".
Piensa lo siguiente:
Cuándo fue la última vez que leíste un libro completo y realmente estudiaste y aprendiste de él? Cuantos libros has leído en este año?
Qué tanto tiempo realmente le has dedicado en las últimas 2 semanas a tu negocio? Posiblemente tienes una agenda, física o digital. Calcula el tiempo y anotalo.
Cuántas personas has conocido y anotado en la lista en las últimas 2 semanas? Me refiero a nuevos amigos o personas con las que has reconectado y has iniciado una amistad
Cuántas veces a la semana te has sentado y pensado en tu negocio y analizado como va y que cosas necesitas mejorar. Estas consultandolo con tu mentor y el esta al tanto de las situaciones?
Podría seguir haciendo preguntas, pero el secreto es que no hay secreto. La diferencia está en que las personas que obtienen el éxito son las que hacen estas acciones más que todos. Si hay que leer, ellos realmente leen. Si hay que dedicar tiempo, le dedican un tiempo de calidad y se levantan pensando en qué vuelta le dan a las cosas a su favor. Esas personas de éxito viven en comunicación extrema con el mentor tratando de analizar, cambiar, inventar nuevas ideas.
Todo se resume a que tanto lo deseas sinceramente, como para poder ser responsable en hacer lo que tienes que hacer
Cuando le decimos a otro "lee que la lectura te ayuda" pero nosotros no leemos más que ocasionalmente. Cuando le decimos a otro "tenemos que mover volumen" pero no hacemos la clientela y acumulamos productos. Cuando le decimos a otro "necesitas hacer contactos y dar planes" y nosotros esperamos que aparezca algún plan. Cuando esto pasa es porque consciente o inconsciente, estamos tratando de ser exitosos sin ser el motor de nuestro propio éxito.
Es como el compañero de trabajo que hace lo mínimo posible y quiere ser reconocido como empleado del año, a costa del trabajo del equipo.
Necesitamos apoyar, asesorar, acompañar y enseñar a los demás el camino. La mayoría de las personas han sido educadas para ser empleados. La mentalidad de empresario y emprendedor se educa.
Más sin embargo, el éxito comienza y termina por NUESTRA ACCIÓN RESPONSABLE. Esa es la salsa mágica que le falta a la receta.
La segunda parte tiene que ver con las preguntas "tendrá la suerte..." y "seré yo...", la respuesta es diferente.
La suerte tiene algún porcentaje de influencia en la medida que trabajamos 1 factor clave: Frecuencia y consistencia. Encontrar a las personas y situaciones correctas, viene si lo hacemos tantas veces que por estadísticas lo hacemos.
Por ejemplo: si das 10 planes excelentes a personas profesionales, con dinero, con educación, en 3 meses, tiene menos "suerte", que dar 100 planes a personas comunes.
Por esta razón, los que tienen éxito contactan más, dan más planes, mueven más productos. Lo hacen para aumentar la probabilidad (o suerte), y porque a más frecuencia más experiencia, y a más experiencia mejor la suerte. A eso se le llama "ACCIÓN MASIVA".
Todos estamos en capacidad de lograr lo que nos proponemos. Miles de casos están ahí para comprobarlo. Pero en todos los casos se repite lo mismo: enfoque, compromiso, persistencia, y consistencia. Con el mínimo esfuerzo, estamos dejando todo a la suerte.
Finalmente, el secreto lo tenemos en nuestras narices. El secreto es hacer responsablemente, y dejar de esperar secretamente que otros hagan y me reconozcan "rey de la colina". El secreto es dejar de buscar ser reconocidos sin poner un trabajo fuera de lo regular y hacer el doble. El secreto es buscar ayuda. El secreto es quererlo tanto, tanto, tanto, que te haga tomar el lápiz y el teléfono en este momento.
Preguntarnos "qué tengo a mano?" y "qué es lo que hay que hacer?" y luego HACER ESO es el gran secreto